Mirando al futuro
Ante todo debemos saber que este camino, este trabajo con nuestra alma, con nuestro espíritu, nuestra conciencia, no tiene fin. La alarma debe estar siempre encendida. Debemos APRENDER BIEN, JUZGAR BIEN Y ELEGIR BIEN. Aprender qué es lo que en verdad nos hace felices, nos brinda paz, nos hace ser y sentirnos buenas personas. Aprender como evitar lo que nos hace mal y nos tienta. Juzgar cada situación para poder elegir bien. No olvidemos que así como encontraremos personas que nos ayudaran, también estarán aquellas, que tal vez sin mala intención, nos tentaran a vivir cosas que ya sabemos que lo único que nos dejaran es tristeza.
Debemos reconocer que nuestro problema, más que una adicción, es una vergüenza social. Solo siendo concientes de la magnitud de lo que enfrentamos, podremos superarlo. Es una cárcel para nuestro espíritu que nos impide desarrollarnos como simples hombres capaces de alternar y ser parte de cualquier entorno. ¿Cuantas veces preferimos morir a seguir viviendo con los problemas que nuestras actitudes provocaron? Pero por sobre todo somos valientes. Y hay dentro nuestro virtudes que nos han impulsado a llegar hasta aquí. A luchar. A VOLVER A ELEGIR. A buscar vivir con dignidad. Queremos derrotar a los enemigos que viven dentro de nosotros. Que han destrozado nuestras vidas y afectado en más o menos a muchas otras personas. Queremos vivir en armonía sincera con nuestro entorno. En unidad. Ser respetados por lo que somos y seremos, no rechazados por lo que fuimos.
También fuimos victimas de una cultura, de una educación, de un entorno, de la falta de un referente. Por eso YO, no sé otros, pero yo he encontrado un referente, un espíritu superior. Alguien que me habla al oído sin voz, pero que se escucha. Y me ayuda en todo momento para superar mi adicción. CON ESTO NO QUIERO DECIR QUE YO HAYA LOGRADO YA HACER TODO LO QUE LES HE DICHO, NI TAMPOCO QUE YA SEA PERFECTO, PERO SI PUEDO DECIR QUE SIGO ADELANTE, LUCHANDO POR ALCANZAR ESA META, PUES PARA ESO ME SALVO JESUCRISTO. YO SE MUY BIEN QUE TODAVIA NO HE ALCANZADO LA META, PERO HE DECIDIDO NO FIJARME EN EL PASADO SINO QUE AHORA ME CONCENTRO EN LO QUE ME FALTA POR RECORRER.
Es decir que por haber vivido como viví, o por haber sido lo que fui, no debo quedarme atornillado. Puedo cambiar. Hoy tengo la posibilidad de hacerlo. Me refugio en jesús, en Dios, en mis compañeros de grupo. Antes de hacer algo, me tomo unos instantes y me pregunto que harían o pensarían cada uno de ellos. La respuesta siempre será la correcta.
Julio