¿Qué es la dependencia sexual?
La dependencia sexual puede implicar una variedad amplia de conductas.
A veces un adicto tiene problemas con una sola conducta indeseada, a veces con varias. Un gran número de adictos sexuales dice que su uso malsano del sexo les ha resultado un proceso progresivo. Puede que empezara con un apego a la masturbación, la pornografía (o impresa o electrónica), o con una relación. Pero a pasar el tiempo, ha progresado para incluir conductas cada vez más peligrosas.
La esencia de toda dependencia es la experiencia del adicto de la total falta de control sobre una conducta compulsiva, que le lleva a una vida no manejable. El adicto no tiene control y siente vergüenza, dolor y odio a sí mismo. Puede que el adicto quiera parar --pero repetidas veces no logra hacerlo--. La incapacidad para manejar la propia vida puede evidenciarse en las consecuencias que sufren los adictos: relaciones perdidas, dificultades en el trabajo, arrestos/detenciones, problemas económicos, pérdida de interés en asuntos no sexuales, falta de amor propio y un sentimiento de desesperación.
Una preocupación con lo sexual le ocupa cantidades tremendas de energía. A crecer esta preocupación para el adicto, un patrón de comportamientos (o rituales) sigue, generalmente llevándolo a la «actuación».
Para algunos, eso significa la búsqueda de pornografía en la web, para otros la seducción, o determinados paseos por espacios públicos como parques, o viajes en ómnibus en horas pico. Cuando uno «actúa», hay una negación total de emociones generalmente seguido por la desesperación y la vergüenza, o hay un sentimiento de confusión y una falta total de esperanza.